La militarización de la seguridad pública con armas provenientes de Israel es una decisión extremadamente preocupante para São Paulo y para todo Brasil. Es importante destacar que las fuerzas israelíes tienen un historial de violaciones de los derechos humanos contra el pueblo palestino, lo cual genera preocupaciones legítimas sobre las armas adquiridas.
Mientras Israel lanzaba bombas sobre niños palestinos, el gobernador de São Paulo presentaba las nuevas armas de la ROTA. El hecho de que la Policía Militar esté utilizando armas consideradas de guerra es alarmante, especialmente debido al alto índice de letalidad ya registrado por la ROTA. La violencia policial en las periferias y el aumento en el número de muertes causadas por la ROTA hacen que la situación sea aún más terrible, ya que además del derramamiento de sangre en el conflicto entre Israel y Palestina, ahora también hay derramamiento de sangre de los pobres y negros en las periferias de São Paulo.
También es preocupante el hecho de que Brasil se haya convertido en el quinto mayor importador de tecnología militar israelí. Además de los vehículos blindados adquiridos durante las manifestaciones contra el aumento de las tarifas, ahora se están realizando gastos millonarios en la represión y criminalización de los movimientos. Esta tecnología militar está siendo utilizada por la ROTA, poniendo ametralladoras en manos de los policías, lo que solo aumenta la preocupación por el aumento de muertes derivadas de esta asociación.
Es importante enfatizar que la misma industria de guerra que mata a los palestinos también es responsable de la violencia contra los negros en las periferias brasileñas. La alta letalidad de las acciones armadas de Israel se ha utilizado para promover la venta de armas en el mercado mundial, y Brasil se ha convertido en uno de los mayores compradores de estos equipos.
Además, la aprobación de un acuerdo de cooperación en seguridad pública entre Brasil e Israel por parte de la Cámara Federal es igualmente preocupante. Esta asociación brinda apoyo a la violencia policial en Brasil y financia la máquina de guerra que causa sufrimiento al pueblo palestino. Es necesario que el bloque oficialista se posicione en contra de la continuidad de este acuerdo y que el gobierno intervenga para frenar su tramitación. El presidente Lula, al considerar un genocidio lo que está sucediendo en la Franja de Gaza, no puede permitir al mismo tiempo la continuidad de acuerdos y comercio centrados en la guerra.
Palmarí H. de Lucena, miembro de la Unión Brasileña de Escritores